La URSS y el Bloque Soviético después de 1945
Haremos un recorrido por los líderes más significativos de esta época:
La época de Stalin
La época estalinista: tras la II Guerra Mundial, Stalin afianza el centralismo, su liderazgo en la estructura del partido y del Estado.
La guerra obliga a la reconstrucción del país. La URSS pasa de un país atrasado a una alternativa al capitalismo. Se pone en marcha una economía planificada capaz de competir y convertirse en alternativa al capitalismo. Los dos planes quinquenales (1946-1955) favorecieron a la industria pesada frente a la de bienes de consumo. La agricultura no obtiene resultados positivos. La colectivización desmoraliza a los campesinos, que ofrecen resistencia pasiva a la pérdida de su iniciativa privada. Los salarios y las condiciones generales de vida fueron inferiores para los campesinos con respecto a los trabajadores industriales.
La economía soviética demostraba una excesiva burocratización. El aumento progresivo del personal dedicado terminó por distorsionar el funcionamiento.
El prestigio de la URSS amplía los apoyos soviéticos a los partidos comunistas en general, entre la izquierda política de la Europa occidental y entre las fuerzas revolucionarias de algunos países asiáticos y africanos.
La época de Kruchev
Una vez muerto Stalin (marzo, 1953), el poder máximo recae en un órgano colegiado hasta que Nikita Kruchev, Secretario General del partido, logra imponerse (1956).
En el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS se produce un cambio. Kruchev denuncia en el Informe Secreto las purgas, represiones y culto a la personalidad de Stalin. Comienza la desestalinización: difusión de los crímenes de Stalin, desaparición de la simbología vinculada a su persona y lucha contra los privilegios del poder.
En el Informe Secreto también alude al triunfo final del comunismo. Esta ideología terminará por imponerse a los valores de las plutocracias occidentales sin necesidad de una confrontación directa. Kruchev abre las puertas a la coexistencia pacífica.
Al enfrentarse con la élite del partido, más preocupada por mantener sus posiciones de privilegio, ésta se inclinó por el continuismo destituyéndole de su cargo (Octubre, 1964).
La época de Breznev
Al principio un poder colegiado se mantuvo, hasta que el Secretario General del partido, Leónidas Breznev, se hace cargo del poder.
Se mantuvieron la decadencia de la agricultura y la industria pesada a favor de los intereses militares, así como la extrema rigidez de la planificación centralizada.
En los años de Breznev cabe destacar:
- Expansión exterior: la carrera nuclear y armamentística favorecía la presencia de los intereses estratégicos soviéticos en África, América y Asia para mantener el estatus de superpotencia.
- Repercusiones negativas en la vida del ciudadano soviético: aumento de divorcios, crecimiento de la mortalidad (abuso del alcohol y precariedad de la sanidad), la degradación del nivel de vida provoca agitaciones populares.
- Breznev aprueba una Constitución (1977) que mantiene las estructuras del poder vigente. El partido preserva el papel de dirigente último del país. Breznev no se opone a los intereses del poder y la consecuencia es que la dirección del país recae en un grupo monolítico, convertido en gerontocracia, sólo preocupado de mantener sus privilegios.
- El fundamento federalista se tambalea. Si la doctrina oficial explica que las transformaciones económicas del socialismo producen un crecimiento armónico de todas las repúblicas soviéticas, la realidad es la contraria, aumentaban las diferencias entre las regiones rusas y las no rusas.
La época de Gorbachov
La muerte de Breznev dio paso a un fugaz mandato de Yuri Antropov (1982-1984) y Konstantin Chernienko (84-85). Agotamiento del sistema y apuesta por una persona joven: Mijaíl Gorbachov, joven, conocedor de los países capitalistas.
Las deficiencias seguían siendo las mismas, pero la gravedad era mayor.
Gorbachov emprende la Perestroika como cambio reconstructor de la economía nacional: descentralización, reformas de salarios, etc. Respecto a la política exterior, la Unión Soviética debía de mantener posiciones de entendimiento con los países capitalistas, lo que llevó a la paralización armamentística, la eliminación de la soberanía limitada en el Este de Europa y el cambio de las relaciones con el Tercer Mundo dejando de apoyar a los movimientos revolucionarios. El objetivo de estas medidas era paliar la maltrecha situación económica.
Se suprime el artículo de la Constitución (1990) que definía el papel dirigente del Partido Comunista en la vida soviética y se abre la vía del pluripartidismo.
La desaparición del férreo control generó más confusión en la coordinación entre las repúblicas federales que comienzan a reivindicar el respeto a su autonomía y el fin del sometimiento a Moscú.
La época de Yeltsin
El fracaso económico repercute en la población (empobrecimiento, delincuencia, etc.). La falta de una autoridad fuerte condujo a que un grupo de altos dirigentes comunistas conspirara para destituir a Gorbachov mediante un golpe de Estado (Agosto, 1991) para regresar a la ortodoxia comunista.
El fracaso fue estrepitoso: ni la población soviética ni los dirigentes mundiales apostaron por la vuelta al pasado. Tres días después, todo había acabado. Gorbachov abandona la Secretaría General del partido, presionado por Boris Yeltsin, quien había ganado popularidad por su resistencia ante el golpe de Estado.
El vacío de poder fue aprovechado por las fuerzas nacionalistas de algunas repúblicas para reclamar su independencia. Se crea la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
La Europa del Este sovietizada
La reconstrucción posbélica del Este de Europa se realizó conforme a los intereses de la URSS. Se impuso el sistema del Frente Popular para normalizar la vida política de Polonia, Bulgaria, Rumanía, Checoslovaquia, Hungría, Alemania y Yugoslavia. La URSS se aseguró la implantación del sistema soviético en Europa y su estatus de potencia hegemónica.
Frente Popular: integrar a todas las fuerzas políticas en el objetivo común de la reconstrucción nacional, dirigidas por los comunistas.
Fases de la implantación del sistema soviético:
- Primera fase (1945-1946): se formaron gobiernos con coaliciones frentepopulistas, teóricamente plurales, que impulsaron transformaciones políticas y económicas.
- Segunda fase (1946-1947): los comunistas terminan con el pluralismo político gracias a las democracias populares, regímenes de tipo soviético, mientras se avanzaba en la nacionalización y colectivización forzosa de la economía.
- Tercera fase (1947-1948): los partidos comunistas eliminan a la oposición, alcanzan el poder e instauran la dictadura del partido único.
Para consolidar el dominio soviético la URSS impulsa un Consejo de Ayuda Económica Mutua (COMECON, 1949) y un tratado militar (Pacto de Varsovia, 1955).
La evolución de estas democracias populares estuvo condicionada por la marcha de la URSS.
Revisionismo en la Europa sovietizada
Con la desestalinización el sistema entra en una permanente crisis de identidad, que provoca la alternativa revisionista y las protestas sociales como respuesta a la opresión y limitada apertura de Moscú.
La marcha del proceso de industrialización y colectivización forzosa hizo que obreros y campesinos reclamaran derechos sociales y la mejora de su calidad de vida.
Intervenciones del Ejército Rojo, para restablecer en la zona de influencia la obediencia a sus directrices: Hungría (reforma y autonomía de Nagy, 1956); RDA (muro de Berlín, 1961); Polonia (depuración del movimiento contestatario, 1964), Checoslovaquia (primavera de Praga, 1968); Yugoslavia (acontecimientos del 68 y 71).
La Soberanía limitada
Breznev impone el concepto de soberanía limitada que aseguraba la intervención del Ejército Rojo en cualquier país del Este sin necesidad de que el partido comunista local lo solicitara. Además, establecía que los países socialistas quedaban acogidos bajo la soberanía de la URSS.
Esta imposición provoca una nueva ola de crisis: Polonia (Lech Walesa, Juan Pablo II, Sindicato Solidaridad); RDA (Tratado Fundamental con la RFA); Hungría, Rumanía, Bulgaria o Yugoslavia.
El desplome del sistema socialista en el Este de Europa
A mediados de la década de los 80, la realidad socioeconómica y política de las democracias populares estaba profundamente deteriorada. Los niveles de vida mostraban una caída en picado.
La conflictividad social y las manifestaciones contra los regímenes socialistas probaban que la identificación entre el partido y la clase obrera y campesina no era real. La disidencia se fortaleció y sus reivindicaciones despertaron conciencias: liberalizar el sistema y permitir una participación auténtica del pueblo en la política.