Vanguardias del Siglo XX: Europa, España e Hispanoamérica y el Novecentismo


Las Vanguardias en Europa, España e Hispanoamérica

A principios del siglo XX, surgieron en Europa movimientos artísticos que rompieron con la tradición. Estos movimientos, denominados vanguardias, afectaron diversas disciplinas, incluyendo la literatura. Se caracterizaron por su brevedad y espíritu innovador, rechazando normas, introduciendo el verso libre y explorando lo irracional, lo lúdico y lo experimental. En España, se difundieron a través de tertulias (como el Café Pombo) y revistas (como la Revista de Occidente), con el pensamiento de Ortega y Gasset como referente clave. Las vanguardias rechazaban la representación realista del mundo y recurrían al primitivismo, lo infantil y lo sorprendente, creando un arte hermético y selecto.

Vanguardias Europeas

Antes de la Primera Guerra Mundial surgieron:

  • Futurismo: Fundado por Marinetti, exaltaba la modernidad, la velocidad y la tecnología, reflejando estos valores en una escritura fragmentada y dinámica.
  • Cubismo: Iniciado por Picasso en pintura y por Apollinaire en literatura, proponía la descomposición de la realidad mediante técnicas como los caligramas y la superposición de planos.
  • Expresionismo: Reaccionó ante la guerra mostrando un mundo deformado, pesimista y opresivo. Su influencia se nota en el esperpento de Valle-Inclán.

Tras la guerra, el desencanto con la razón humana dio paso a movimientos irracionales:

  • Dadaísmo: Creado por Tristan Tzara, fue un acto de rebeldía total, sin lógica ni reglas, con un lenguaje incoherente y absurdo. Sirvió de base para el surrealismo.
  • Surrealismo: Fundado por André Breton en 1924, se inspiró en Freud y buscó explorar el inconsciente mediante la escritura automática y la asociación libre de imágenes oníricas.

Vanguardias en España

El principal precursor fue Ramón Gómez de la Serna, con sus greguerías, breves apuntes llenos de humor, metáforas y juego verbal. Otros autores, como Cansinos-Assens y Gerardo Diego, impulsaron el Ultraísmo, mezcla de futurismo y cubismo con metáforas originales y ausencia de signos de puntuación.

Vanguardias en Hispanoamérica

Destacó el Creacionismo, liderado por Vicente Huidobro, que rechazaba la imitación de la realidad para crear mundos nuevos con el lenguaje. Su obra Altazor deconstruye el lenguaje hasta la abstracción. Por su parte, César Vallejo en Trilce llevó la experimentación lingüística hasta la incomunicación. Más tarde, ambos abogaron por una poesía más humanizada.

El Novecentismo o Generación del 14

El Novecentismo fue un movimiento intelectual cuya obra de madurez se desarrolló en torno a 1914, por lo que también se le conoce como la Generación del 14. Sus integrantes, vinculados a la alta burguesía, eran intelectuales con una sólida formación que buscaban analizar de manera serena y objetiva los problemas de la época. Aunque persistía la preocupación por el «problema de España», este grupo superó el pesimismo anterior, apostando por una visión europeísta y defendiendo la modernización del país a través de una élite intelectual capaz de liderar los cambios necesarios.

Desde el punto de vista estético, destacaron por su atención al estilo, buscando precisión, selección y recursos expresivos que atrajeran y persuadieran a un público minoritario. Por ello, su literatura fue principalmente intelectual y dirigida a una élite. El ensayo fue el género más característico de este movimiento, destacando figuras como:

  • Eugenio d’Ors: Difusor de novedades intelectuales y artísticas, autor de obras como Tres horas en el museo del Prado y Lo barroco.
  • Gregorio Marañón: Médico y ensayista que trató temas literarios, políticos y sociales.
  • Manuel Azaña: Presidente de la Segunda República y crítico literario con obras como La invención del Quijote.
  • José Ortega y Gasset: Figura central de la filosofía española del siglo XX. Sus obras más relevantes incluyen España invertebrada, donde analizó la desunión política, social y cultural del país, y La deshumanización del arte, ensayo que defendía un arte más intelectual y menos emocional. También destacó su reflexión sobre la novela, como en Ideas sobre la novela, donde propuso un enfoque estético y deshumanizado para compensar el agotamiento temático.

En narrativa, destacaron escritores como:

  • Gabriel Miró: Autor de prosa lírica y emocional, con obras como Las cerezas del cementerio y El obispo leproso.
  • Ramón Pérez de Ayala: Representante de la novela intelectual, que introdujo innovaciones narrativas como el perspectivismo y el diálogo teatral, en obras como Belarmino y Apolonio y El Tigre Juan.

En poesía, la figura más importante fue Juan Ramón Jiménez, ganador del Premio Nobel, cuya obra se caracteriza por la búsqueda constante de perfección. Su trayectoria se divide en tres etapas:

  1. Modernista: Representada por Arias tristes, La soledad sonora y la prosa poética de Platero y yo.
  2. Intelectual: Marcada por la influencia de Ortega y Gasset, y el concepto de «poesía desnuda», ejemplificado en Diario de un poeta recién casado.
  3. Metafísica: A partir de 1936, con un tono más místico y espiritual, como en Dios deseado y deseante.

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