Vida, Obra y Pensamiento de Karl Marx: Un Enfoque en el Materialismo Histórico y la Alienación


Biografía y Contexto Histórico de Karl Marx

Karl Marx nació en Tréveris, Prusia, en 1818. De origen judío, se vio obligado a bautizarse como protestante para poder ejercer la abogacía. Se educó en un ambiente liberal y democrático, opuesto al régimen imperante. Estudió Derecho, pero se interesó cada vez más por la filosofía. Se doctoró en filosofía con una tesis sobre Demócrito y Epicuro. Influenciado por Hegel y Feuerbach, sus primeros trabajos aparecieron en periódicos de la burguesía renana, abordando problemas sociales. Tras la prohibición del periódico, se trasladó a París en 1843. Allí, entró en contacto con grupos revolucionarios socialistas y comunistas, y con asociaciones de obreros alemanes exiliados, como Proudhon y Bakunin. En esta época, comenzó su amistad con Friedrich Engels.

En 1860, la lectura de Darwin le proporcionó una justificación a su punto de vista materialista y dialéctico. Su obra fundamental, El Capital, se publicó en 1867. Marx participó en la fundación de la Primera Internacional de los Trabajadores en Londres, en 1864, donde tuvo enfrentamientos con otros miembros sobre las orientaciones a seguir. Murió en Londres en 1883.

Marx consideró la filosofía como un medio para transformar el mundo, siempre en relación con el Derecho, la Economía y la Política. Se puede distinguir una primera etapa más humanista en su pensamiento y una segunda etapa más madura y cientifista, centrada en el materialismo histórico.

Introducción a la Filosofía de Marx

La filosofía de Marx se distingue por su carácter antiteórico y comprometido con la liberación de la clase obrera frente a la sociedad burguesa, surgida como consecuencia de la Revolución Industrial a partir de finales del siglo XVIII. La acción o praxis revolucionaria forma parte integral de su filosofía.

Teorías de Marx

a) Teoría Económico-Sociológica

Marx realiza una crítica de la realidad social burguesa y capitalista, ofreciendo una interpretación de la historia como una lucha de clases entre capitalistas y proletarios.

b) Teoría Política

Propone una praxis revolucionaria que busca la transformación de la realidad y de la estructura económico-política.

Materialismo Histórico

El hombre no es un objeto pasivo, sino un sujeto protagonista de su vida y de la historia. La historia está determinada por las relaciones económicas de producción, que a su vez están determinadas por los modos de producción. Las relaciones de producción son las que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos (trabajadores o proletarios). La historia y su evolución son el resultado de la lucha de clases, lo que da lugar al cambio de los modos de producción.

Modos de Producción

  • Primitiva: Propiedad colectiva de los bienes.
  • Esclavista: Dominio y sometimiento; el esclavo es el instrumento del amo.
  • Feudal: El señor es dueño de la tierra y el siervo la trabaja.
  • Capitalista: El capitalista es el dueño de los medios de producción y de la fuerza de trabajo del trabajador.
  • Socialista: Propiedad colectiva de los medios de producción.

Leyes del Materialismo Histórico

  1. La historia es explicable mediante leyes.
  2. La historia es la historia de la lucha de clases: Roma (patricios y plebeyos); Edad Media (señores feudales y siervos); Ilustración (nobles y burgueses). El proceso llegará a su final en el estadio comunista.
  3. Las fuerzas determinantes de la evolución (o revolución) histórica son las fuerzas económicas y materiales de la vida humana, que constituyen la infraestructura.

El materialismo histórico sostiene que las relaciones que el hombre establece con la naturaleza y con los demás hombres son relaciones materiales. Los hombres obtienen de la naturaleza los bienes que necesitan para subsistir, luego producen e intercambian dichos bienes materiales para satisfacer sus necesidades materiales.

Lucha de Clases

La economía es la base y el fundamento de las relaciones sociales. En la estructura económica se diferencian dos elementos: fuerzas productivas y relaciones de producción. Las fuerzas productivas son los medios, instrumentos y la propia actividad humana mediante los cuales los individuos intervienen en la producción. Las relaciones de producción son las que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos. Estas relaciones dan lugar a diferentes modos de producción: primitivo, esclavista, feudal, capitalista, etc.

En el capitalismo, el capitalista se apropia de las fuerzas productivas (instalaciones, maquinarias y otros medios) y, mediante el salario, también de la fuerza de trabajo del obrero. Marx distingue entre valor de uso y valor de cambio. El valor de uso es lo que la cosa vale en sí misma o en relación con la necesidad humana que satisface (por ejemplo, el valor de uso del agua es su utilidad para saciar la sed). El valor de cambio, llamado mercancía, es el que impone la ley de la oferta y la demanda, y se traduce en precios. A lo largo de la historia, los valores de uso han sido anulados y sustituidos por los valores de cambio. El propio obrero es considerado una mercancía.

Del trabajo del obrero, los capitalistas obtienen la plusvalía, que es el beneficio que se obtiene del trabajo de cada trabajador una vez restado el salario del valor de lo producido, que siempre es superior al salario. Un trabajador produce más de lo que cuesta su salario, de ahí se obtiene el rendimiento.

Marx considera que esta situación es injusta. Solo mediante la actividad revolucionaria, la economía burguesa será sustituida por la economía socialista y esta, a su vez, desembocará en una economía comunista. El motor de este cambio es la lucha de clases. Las clases dominantes someten y explotan a las clases inferiores, pero estas, al tomar conciencia de su situación, se organizan y luchan para salir de ella. El paso de unas estructuras económicas a otras se produce por la lucha contra la opresión. Con el triunfo del liberalismo capitalista, la rivalidad se establece entre los grandes capitalistas, dueños de los medios de producción, y los proletarios sometidos.

La economía capitalista, por su propio desarrollo, supone la guerra de todos contra todos. No solo los proletarios tienen intereses contrapuestos a los capitalistas, sino que los capitalistas son rivales entre sí, y algo parecido sucede con los proletarios, ya que ante la escasez de trabajo y la abundancia de fuerza obrera, se tiende a disminuir el precio del salario. El número de proletarios aumentará y los salarios bajarán. Los medios de producción se concentrarán cada vez más en unos pocos capitalistas. Marx cree que el proletariado tomará conciencia de su situación y se unirá para acabar con la opresión.

Economía e Ideología

El marxismo sostiene que la ideología es un conjunto de ideas, un producto social que se expresa en el lenguaje y tiene un sentido negativo: autoconciencia falsa. Esto significa creer que los pensamientos, ideas y creencias de los seres humanos surgen de la mente debido a la actividad intelectual libre y autónoma. Según Marx, sucede lo contrario: las ideas y creencias (ideología) son el resultado de las relaciones de producción, es decir, de la economía. La realidad material determina al pensamiento y no viceversa. La ideología, más que reflejar la realidad, tiende a desfigurarla, siendo una falsa conciencia.

Como la ideología o superestructura depende de la economía o infraestructura, quien controla la economía, controla la ideología. En la sociedad capitalista, la burguesía ejerce el control económico y, por lo tanto, el control ideológico, que es un instrumento para ocultar la realidad, manipularla y perpetuar el poder de las clases dominantes.

La infraestructura es el conjunto de elementos materiales fundamentales en el funcionamiento y evolución de una sociedad, es decir, la economía. La superestructura es el conjunto de ideas y creencias de tipo social, político, religioso, jurídico, filosófico, etc., mediante las cuales se intenta organizar las relaciones humanas, defender el orden de las organizaciones sociales y la estructura económica.

Alienación e Ideología

En la sociedad capitalista, tanto la infraestructura como la superestructura están alienadas. Alienación significa desposesión, pérdida de algo que nos pertenece y, por extensión, falsa conciencia de la realidad. El hombre no es un objeto, sino un sujeto transformador de la realidad a través del trabajo, gracias al cual se desarrolla, proyectándose sobre los productos que crea, en los que pone algo de su propio ser. En las sociedades industriales, la relación del trabajador con el producto de su trabajo no es creativa. El trabajo en cadena impide la identificación del trabajador con el producto creado. El trabajador, al convertirse en asalariado, vende su tiempo y se reduce a objeto, a mercancía o valor de cambio, a puro medio en manos del capitalista, sufriendo así alienación.

Manifestaciones de la Alienación del Obrero

  • El hombre se separa de su proyección (el producto de su trabajo ya no le pertenece).
  • Se convierte en instrumento de otro hombre, pasando a ser simplemente un obrero.
  • Las relaciones humanas entre obreros y patronos se convierten en relaciones conflictivas, formándose dos clases antagónicas: proletarios y burgueses.

Estas circunstancias hacen del hombre un objeto y no un sujeto. La alienación consiste en la separación del hombre de sí mismo. Ya no es considerado un sujeto creador, sino un objeto o instrumento para otro hombre.

Formas de Alienación

Se pueden distinguir las siguientes clases de alienación:

  • Infraestructural o económica: Explotación del obrero, que es desposeído de los objetos que produce, no es dueño de su actividad y su mundo se transforma en un mundo deshumanizado. El objetivo de Marx es la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.
  • Superestructural o ideológica: Se divide en:
    • Social: División de la sociedad en clases según los bienes materiales que poseen. El objetivo marxista es la eliminación de todas las clases.
    • Política: Resultado de la división del trabajo: unos mandan y otros obedecen. El Estado, en lugar de servir a la sociedad, la esclaviza en provecho de los gobernantes. Marx predica el internacionalismo proletario: «proletarios de todos los países, uníos». Su aspiración es la abolición del Estado y convertir el mundo en patria de la humanidad.
    • Religiosa: Evasión de la realidad hacia un mundo trascendente e ilusorio, que sirve de consuelo y esperanza. Marx rechaza todas las religiones y niega la trascendencia. Dios no existe y la religión es el opio del pueblo, pues adormece la praxis revolucionaria. La religión está al servicio de la clase dominante.
    • Metafísica: Justificación racional del orden establecido, limitándose a ensartar prejuicios rentables para la clase dominante.

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