Virtudes Teologales y Cardinales: Fundamentos de la Moral Cristiana


Las Virtudes Teologales y Cardinales

Virtudes Teologales

Las virtudes son disposiciones que ayudan al hombre a obrar bien según la recta razón.

  • Fe: Es la luz que nos guía en el camino hacia el cielo. Por ella creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado y propone a su Iglesia.
  • Esperanza: Es la virtud por la cual esperamos alcanzar la salvación y ser eternamente felices en el cielo.
  • Caridad: Es la virtud por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.

Virtudes Cardinales

  • Prudencia: Consiste en actuar con reflexión y precaución para evitar posibles daños. Dispone la razón práctica para discernir el bien y elegir los medios justos para realizarlos. Es el valor que nos ayuda con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones.
  • Justicia: Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Para ello precisamente se necesita la guía de la prudencia. La justicia no existe sin la misericordia, la caridad o el amor. La justicia es principio fundamental de la existencia y coexistencia de los hombres.
  • Fortaleza: La virtud de la fortaleza consiste en tener el valor y la constancia para perseverar en una obra buena hasta el final, no importando los obstáculos o soportando una mala situación con paciencia e inteligencia hasta el final sin derrumbarse.
  • Templanza: La virtud de la templanza es la que nos capacita para controlar y canalizar correctamente nuestras tendencias.

La Conciencia Moral

La conciencia moral es el juicio que forma la razón sobre la bondad y la malicia de nuestros actos, brindándonos la posibilidad de verlos en relación con los planes de Dios. Además, podemos decir que es la norma próxima, subjetiva, personal e inmediata de moralidad, y que la norma suprema y objetiva es la ley de Dios, que le indica el camino que debe seguir para alcanzar el fin último. Es el núcleo más secreto y sagrario del hombre, el lugar en el que se encuentra a solas con Dios, el lugar donde resuena su voz, llamándolos siempre a amar, a hacer el bien y evitar el mal.

Sinderesis: Su aplicación a las circunstancias concretas mediante un discernimiento práctico de las razones y de los bienes y, en definitiva, el juicio formado sobre los actos conscientes que se van a realizar o se han realizado.

La conciencia es la facultad del alma. La conciencia moral la asiste la palabra de Dios. Ante la necesidad de decidir, la conciencia puede formular un juicio recto, de acuerdo con la razón y con la ley divina o, al contrario, un juicio erróneo que se aleja de ellas. La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectables o ya cometidos.

El Matrimonio Cristiano

El matrimonio es una unión bendecida por Dios y elevada a la categoría de sacramento. Designa el amor con el que Dios ama a los hombres.

Fin del Matrimonio

El varón y la mujer se unen por su propia voluntad en matrimonio, en alianza de amor y fidelidad para toda la vida, y también para formar una familia. Los signos sacramentales son las alianzas. Todos necesitamos crecer en una familia, junto a los padres que nos dieron la vida o junto a otras personas que nos adoptaron por amor. La familia es una necesidad básica para todos, constituye la célula original de la vida social. En la familia, cada uno recibe aquello que es esencial para la vida: amor, cuidado, contención, educación, alimento, hogar. Allí aprendemos las actitudes básicas para la vida (escuchar, hablar, respetar, compartir, ayudar, perdonar y pedir perdón, etc.). Por medio de la convivencia familiar, nos preparamos para convivir en sociedad, para estar junto a otros a través de las actitudes verdaderamente sociales y solidarias.

Concepto de Familia

Es un conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen.

La Libertad del Hombre

La libertad es un don de Dios que nos hace capaces de obrar o no, de elegir entre una cosa u otra. Radica en el hombre y en la forma de pensar. Al hombre le sirve para el crecimiento y la maduración. Lo que hace disminuir la responsabilidad en el hombre son los malos actos. Toda persona humana tiene derecho a ser libre y valorizada. La libertad es finita y fiable porque alcanza su perfección cuando nos hace elegir a Dios, que es el bien y la verdad suprema.

«Mi libertad termina cuando empieza la del otro»: significa que soy libre de optar lo que quiera hasta que, en cierto punto, comienza la libertad del otro. Tengo libertad mientras esa libertad no moleste al prójimo.

«Todo acto es imputable a su autor»: el autor de un acto debe estar consciente a la hora de hacerlo para poder juzgarlo.

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