La teoría de los actos: – ACTO LOCUTIVO: enunciar una frase sin más. – ACTO ILOCULTIO:
aquí ya se tiene en cuenta la intención, si se trata de una amenaza, una acusación, una promesa, un juramento… -ACTO PERLOCUTIVO: provocar un cambio en el entorno en que se emite o una reacción del interlocutor o receptor. El principio de cooperación de Grice A la hora de llevar a cabo cualquier acto de comunicación hay que tener un acuerdo previo, habitualmente es tácito, está implícito, pero tiene el mismo valor. Este acuerdo es indispensable porque sino la comunicación no tendría lugar. Tenemos que cooperar los unos con los otros para que el lenguaje cumpla su fin. Grice distingue cuatro máximas que lo concretarían: Máxima de cantidad Información justa en su medid. Damos a nuestro receptor la información que requiere en la cantidad apropiada. No nos quedaremos cortos ni largos. Máxima de calidad (de veracidad) La verdad. Hablamos con propiedad. Nunca se afirmará nada que pensemos que es falso. Si hacemos una afirmación es porque tenemos razones para sustentarla. Máxima de relación (de relevancia) Correspondencia entre lo que se está hablando y lo que decimos en cada caso. Tiene que ve con la cooperación entre los hablantes. Que las intervenciones de los distintos interlocutores sean adecuadas. Máxima de modo (o modalidad) Lenguaje apropiado. Cooperamos cuando nos expresamos utilizando un lenguaje apropiado: claro, ordenado, sin ambigüedades, sin tecnicismos desconocidos por el receptor.
tres tipos de razonamientos: – INDUCCIÓN: un tipo de razonamiento mediante el que llegamos a una conclusión general a partir del estudio de fenómenos particulares. Se trata de una generalización. – DEDUCCIÓN: MÉTODO RACIONAL QUE NO TIENE EN CUENTA LA EXPERIENCIA O EL CONTENIDO MATERIAL DE los enunciados (premisas y conclusión), sino que únicamente asegura la corrección formal del razonamiento. – INFERENCIA HIPOTÉTICA: plantear hipótesis o suposiciones, de las que se derivan conclusiones que nos permiten descartar o mantener las hipótesis iniciales. Las conclusiones falsas muestran la falsedad d e las hipótesis.
Vías persuasivas Aristóteles explicó en su Retórica que existen tres vías posibles para convencer o persuadir a las personas: El éthos se basa en la confianza y credibilidad que tenga la persona que se expresa; sus argumentos convencen porque proceden de una persona que posee una excelente reputación ante ese público.
El páthos es el método que consiste en apelar a las emociones del público: se trata de convencer utilizando argumentos que suscitan ciertas emociones y sentimientos en los oyentes, aunque no siempre respeten las reglas de la lógica. El lógos es el camino de tratar de convencer con argumentos racionales, con conceptos claros y con datos suficientemente contrastados. Este camino no es incompatible con los dos anteriores, pero aquí se pone el énfasis en que la persuasión ha de proceder sobre todo de la razonabilidad de los argumentos, y no tanto de la buena imagen de quien argumenta ni del uso de un lenguaje emotivo.
Partes compositivas del discurso y estructura De forma general, a la hora de hablar en público es conveniente pensar y escribir lo que vas a decir. Para ello es necesario tener en cuenta ciertas cuestiones: 1.- Preparar e investigar el tema. 2.- Anticipar réplicas. 3.- Pensar en el público específico. 4.- Tener un esquema claro. 5.- Estructurar el discurso. 6.- Usar extranjerismo y tecnicismos solo si son comprensibles y necesarios. 7.- Emplear vocabulario específico solo si el auditorio está familiarizado. 8.- Citar correctamente. 9.- Mostrar interés y entusiasmo para así transmitirlo. 10.- Aprovecha los recursos técnicos con mesura.
Cicerón distinguíó varias fases a tener en cuenta para elaborar un discurso. INVENTIO: es la primera fase del discurso retórico, en ella hay que encontrar las ideas que vas a defender en tu discurso. Aunque las operaciones compositivas discursivas las presentamos separadas, en muchas ocasiones están necesariamente interrelacionadas. De tal modo que en este primer momento podemos asociar ya las ideas con otras fases como la dispositio, elocutio e incluso la actio, eligiendo una idea por el éxito performativo de la misma. DISPOSITIO: aquí hay que tener muy presente la estructura argumentativa del discurso y saber en qué orden vamos a presentar las ideas elegidas. Es fundamental determinar la secuencia de argumentos y refutaciones que vamos a presentar y desarrollar. ELOCUTIO: es el momento en el que elegimos el cómo expresaremos nuestras ideas. Aquí tenemos que saber elegir el registro lingüístico elegido, las figuras literarias, los recursos estilísticos, la terminología adecuada MEMORIA: la capacidad de memorizar la exposición oral ha de posibilitar cierto hechizo con el público al que va dirigido. La memorización no tiene que ser evidente, de tal modo que si este parece improvisado gana en credibilidad. Es necesario encontrar un equilibrio que deje entrever que el discurso está meditado y trabajado, pero que se pronuncia de forma apasionada como propia de la improvisación. ACTIO/PRONUNTIATIO: esta fase es la última, no es la más importante, pero es la que cierra diacrónicamente el discurso.