Fernando VII:
Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española.
En el año 1812, tras la gran derrota de Arapiles, Napoleón devuelve el trono a Fernando VII. El reinado de este, que dura hasta su muerte en 1833, se divide en tres etapas, que son:-Una primera etapa en la que se regresa al absolutismo. Al llegar Fernando VII a España los liberales le hacen un recorrido para que llegue cuanto antes a Madrid y firme la Constitución de 1812. Pero el rey se da cuenta de que tiene apoyos suficientes para restaurar el absolutismo borbónico. Estos apoyos eran de los diputados, mediante el Manifiesto de los Persas, y de los militares. Este hecho le lleva firmar el Decreto de Valencia, por el cual anula la Constitución y restaura el Antiguo Régimen. Todos los gobiernos de esta época fracasan, ya que hay que reconstruir un país devastado por la guerra.
La oposición a este sistema se manifestó en la burguesía liberal, en las clases medias urbanas y parte del campesinado. El coronel Rafael Riego se subleva en 1820hasta que consigue que Fernando VII se convierta en un monarca constitucional, comenzando la segunda etapa.-Trienio liberal: mediante un decreto, Fernando VII transforma el Estado en liberal, restaurando la Constitución de 1812. Se pretendía acabar con el feudalismo del campo, liberalizar la industria y el comercio, modernizar la política y la administración, se creó la Milicia Nacional para garantizar el orden y defender las reformas constitucionales. Pronto se vio la oposición de la monarquía, apoyada por el clero, la nobleza tradicional y los campesinos (que querían conservar la protección de los señores). Todo esto dio lugar a la división de los liberales en moderados y exaltados. Fernando VII hace uso del derecho a veto que le proporciona la Constitución en numerosas ocasiones. Hasta que en 1823 entran en España los Cien Mil Hijos de San Luís enviados por la Santa Alianza que reponen a Fernando VII como monarca absolutista. Así comienza la tercera etapa.-Década ominosa: una vez repuesto como monarca absolutista, Fernando VII hará una feroz represión contra los liberales. Pero tendrá que ir acercándose a los burgueses moderados de Madrid debido a los problemas económicos. De esta forma este absolutismo, tenderá más hacia los sectores moderados que el de la primera etapa. Tras al muerte de Fernando VII habrá grandes problemas por la sucesión al trono. Por herencia debería ser para su hija Isabel, pero los conservadores querían que el nuevo monarca fuera Carlos María Isidro. El problema era que Fernando VII había derogado la Ley Salica antes de morir. Durante el reinado de Fernando VII aparece otro problema: la Independencia de América. Los criollos (españoles nacidos en América) tuvieron las primeras ideas de emancipación. No querían continuar con el pacto colonial, ya que no tenían libertad de comercio. Estas ideas fueron extendiéndose por todos los territorios americanos, azuzadas por Gran Bretaña. La derrota de Ayacucho fue el hecho que marcó el fin de la presencia española en América. Dos personajes importantes que propiciaron la independencia americana fueron Simón Bolívar y José San Martín.
La oposición al sistema liberal:
Las guerras carlistas
La cuestión foral.
Tras la muerte de Fernando VII habrá grandes problemas por la sucesión al trono. Por herencia debería ser para su hija Isabel, pero los conservadores querían que el nuevo monarca fuera Carlos María Isidro. El problema era que Fernando VII había derogado la Ley Sálica antes de morir. Los absolutistas que apoyan a Carlos se llamarán carlistas. Dado que Isabel es una niña de tres años comienza un periodo de regencias, primero su madre, María Cristina; y, posteriormente, Espartero. La reina María Cristina se ve obligada a aliarse con los liberales, para ello firma un Estatuto Real. En este momento, surge la primera guerra carlista, entre carlistas e isabelinos (liberales).Los carlistas alegan una cuestión dinástica que encierra una cuestión ideológica. Defienden el catolicismo inquisitorial y atacan a la monarquía constitucional y los cambios de la revolución liberal. Eran apoyados por las zonas de campo del norte peninsular (aún conservaban fueron que el liberalismo pretendía abolir), parte de la aristocracia y el bajo clero. Algunos de sus militares son Zumalacarregui, Cabrera, Maroto…Todas las ciudades eran liberales, ya que los burgueses lo eran, al igual que las clases medias ilustradas. Su militar más importante fue Espartero. El conflicto estuvo caracterizado por la violencia y la crueldad. La gente que va a la guerra son pobres, por el sistema de Quintas. El ejército estaba dividido y la gran mayoría era liberal, aunque se forman partidas carlistas muy grandes. La guerra termina con el abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero. Los carlistas entregan las armas y sus militares son aceptados en el ejército liberal conservando su graduación. Además de esta hay otras dos guerras carlistas, pero no tienen tanta importancia como esta. La diferencia entre derecho común y foral proviene, en sus orígenes históricos más remotos, de la inicial distinción entre el derecho romano y los fueros municipales y usos de cada comarca, que tenían preferencia sobre el derecho romano. Esta situación disgregadora en el campo del derecho, sólo será remediada y no de una manera total en Castilla cuyo derecho había evolucionado mejor que el resto de los derechos peninsulares. Así la aplicación de los derechos forales se mantendrá en Aragón (1711), en Baleares (1715) en Cataluña (1716), no así en Valencia, donde fueron derogados. Los casos vasco y navarro son distintos, ya que no es hasta el Convenio de Vergara, en 1839, por el que finaliza la primera guerra carlista, cuando pierden su potestad legislativa propia, manteniendo únicamente Navarra y el País Vasco sus leyes forales. Cuando en 1851 se vislumbra la posibilidad de promulgar un único Código Civil en España, dicho proyecto fracasa por que las propuestas del proyecto isabelino no hacían más que exacerbar a los foralistas al pretender hacer tabla rasa de sus derechos. Este problema permanecerá hasta final de siglo, ya que la burguesía industrial pretendía abrir el mercado interior de España y un cierre proteccionista respecto a los grandes Estados industriales, esto se enfrentaba con la defensa foral. Ya en 1889 se parte de la persistencia de esos derechos forales y de su mantenimiento. Una vez aprobado el Código Civil éste se aplicará a la mayor parte del territorio nacional mientras que, en los territorios forales, regirán las disposiciones civiles propias.